Félix Ángel Moreno Ruiz

lunes, 2 de noviembre de 2015

LA SUMA DE LOS CEROS de Eduardo Rabasa

EL CAMBIO INMUTABLE


La suma de los ceros es la primera novela del editor y traductor Eduardo Rabasa (Ciudad de México, 1978), cofundador de la editorial Sexto Piso. Después del éxito cosechado en su país natal, la obra ve ahora la luz en España en la recién creada colección “Americalee” de la editorial riojana Pepitas de calabaza. Se trata de una novela extensa que está situada en Villa Miserias, una imaginaria ciudad aquejada de los problemas de cualquier urbe sudamericana (sobrepoblación, llegada de inmigrantes que se hacinan en los arrabales, corrupción, edificios ruinosos y poco habitables, delincuencia organizada, tráfico de drogas, paro juvenil), en la que surge una nueva ideología, denominada “quietismo en movimiento”, que cala profundamente en los barrios más humildes porque propugna la participación ciudadana en la gestión de la ciudad, y en el reparto de tareas y beneficios. Sin embargo, esta ideología, en apariencia idílica, encierra oscuras y malévolas intenciones por parte de quienes la han diseñado: el juego democrático y participativo es solo eso, un juego de apariencias, que sirve para dar la sensación de que todo está cambiando cuando, en realidad, gobiernan y deciden los de siempre, “los otros”.
A pesar de que el verdadero protagonista de la trama es Villa Miserias, nombre cargado de connotaciones simbólicas, se puede considerar La suma de los ceros como una novela coral, en la que abundan los personajes perfilados con maestría. Entre ellos, destacan Selon Perdumes (el misterioso y ambiguo creador de esta nefasta ideología) y su antagonista, Max Michels, un joven que, educado por su estrambótico padre en una relación peligrosa entre la verdad y la mentira, se constituirá en la nota discordante con el sistema, al que intentará desenmascarar cuando se presente como candidato a las elecciones para ser nombrado presidente de colonos de Villa Miserias. Los acompañan secundarios inolvidables como Orquídea López, la más ferviente seguidora de Perdumes; su sobrina Nelly López; Pascual Bramsos, el escultor que utiliza el dinero como materia de sus obras, y Mauricio Maso, el traficante y benefactor de la ciudad.

Edudardo Rabasa utiliza un estilo complejo, que no hace concesiones y que no está en consonancia con la narrativa comercial actual, de fácil digestión. Como en las mejores novelas experimentales de los años sesenta y setenta, se mezclan distintos tipos de lenguaje (jurídico-administrativo, literario, político) con numerosos modismos idiomáticos, y expresiones coloquiales y vulgares. Y todo ello al servicio de una dura y clarividente sátira, al más puro estilo orwelliano, de las democracias occidentales actuales, en las que las cosas solo cambian en apariencia para permanecer inmutables porque, como reza el título, la suma de los ceros da siempre cero.